El reciclaje de ideas parece ser una práctica cada vez más común para la industria del cine. Motivado, tal vez, por una crisis creativa en Hollywood, o en un intento de revivir (exprimir económicamente) los clásicos; son ya varios los remakes, reboots y secuelas que hasta ahora han visto la luz ('Día de la Independencia', 'Cazafantasmas', 'Ben Hur'…) y otros tantos que ya están en proyecto ('Baywatch', 'La Momia', 'Gremlins').
A mediados de 2015 se anunció el regreso a la pantalla grande de Jumanji, aquella aventura de 1995 protagonizada por el inolvidable Robin Williams, en la que un juego de mesa, aparentemente inofensivo, provoca una serie de situaciones desastrosas para la vida de sus jugadores. El nuevo 'Jumanji', que se espera estrenar en el verano de 2017, vendrá de la mano de Sony Pictures Entertainment, estará dirigido por Jake Kasdan ('Sex tape', 'Bad teacher'), y protagonizado por Dwayne Johnson, Karen Gillan, Jack Black y Kevin Hart. Aunque Johnson declaró que no se trata de un remake, sino de una secuela, esta llega un poco tarde (más de 20 años), y poco después de la muerte de su protagonista original.
Recientemente, Kevin Hart publicó una fotografía que ha dado mucho de qué hablar, en la que se muestra a los nuevos protagonistas de esta aventura reciclada, con sus nuevos looks adaptados a los “tiempos modernos”, o debo decir a los estándares modernos. Dos sexys protagonistas, uno más parecido a un físico-culturista que a un explorador, y otra vestida de manera nada cómoda para andar en la selva; rodeados, por supuesto, de personajes menos agraciados que lo hagan brillar aún más en pantalla.
A pesar de todo, el hecho de ver un refrescamiento de algo que nos recuerda nuestra infancia o juventud, evoca cierta nostalgia y emoción. Solo que, a veces, resulta en una sensación parecida a cuando volvemos a ver a aquel antiguo crush de la secundaria, y deseamos habernos quedado con el recuerdo anterior, sin todos esos años de más.
Aún es muy pronto para juicios sobre la calidad del nuevo Jumanji, pero es inevitable tener la impresión de ser un desesperado refrito disfrazado de secuela. Esperemos estar equivocado.
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